¿Quieres recordar mejor? ¡Toma una siesta!
(CNN) — Los investigadores de la Universidad Northwestern están validando
a los dormilones en todas partes, ya que dicen que una siesta de 90 minutos
puede ayudarte a aprender una nueva habilidad.
Al menos cuando esa habilidad es recordar una melodía.
Los participantes del estudio, publicado el 26 de junio en el
diario científico Nature Neuroscience, aprendieron dos secuencias musicales en
una pantalla de computadora mientras veían círculos que se movían al compás de
la música, un proceso similar al usado en videojuegos como Guitar Hero y Dance
Dance Revolution.
Después de practicar durante 25 minutos, los participantes tomaron
una siesta de 90 minutos. Los investigadores monitorearon la actividad cerebral
de los participantes y cuando entraron en la etapa del sueño de ondas lentas
(SWS, por sus siglas en inglés), el periodo de sueño profundo con
intervenciones ocasionales de periodos REM, los psicólogos tocaron una de las
dos melodías en volumen bajo.
Antes de la siesta, los participantes tuvieron resultados
similares al tocar ambas secuencias. Los investigadores diseñaron melodías
difíciles a propósito para que la práctica fuera un factor importante y los
sujetos pudieran mostrar potenciales mejorías. Al despertar, los participantes
volvieron a ser evaluados y tocaron la melodía, que habían escuchado mientras
dormían, con mejores resultados.
Los investigadores concluyeron que la exposición de los
participantes a las señales durante el SWS les ayudó a cometer menos errores al
volver a ser evaluados.
En el pasado, se han llevado a cabo estudios similares, según
James Antony, autor principal de este estudio. Sin embargo, estos hallazgos son
nuevos, ya que se relacionan con perfeccionar una habilidad, más que en
recordar información aprendida, dijo.
Previamente en un laboratorio de Northwestern los sujetos habían
participado en estudios basados en la memoria espacial al colocar los objetos
en una pantalla en posición correcta.
En el caso de las secuencias musicales, significaría que “conoces
la secuencia, pero no eres capaz de reproducirla”, dijo Antony.
Es por esto que este nuevo estudio es importante, ya que hace
énfasis en la habilidad de los participantes para reproducir lo que
aprendieron.
Los resultados del estudio también ayudaron a explicar la
previamente aceptada idea de que la práctica ayudaba a mejorar una habilidad,
dijo Paul Reber, profesor asociado de Psicología en Northwestern y otro de los
autores del estudio. Aunque este concepto es reconocido, los investigadores no
sabían exactamente por qué la práctica hace la perfección, pero los resultados
mostraron que puede influirse en el proceso aun cuando se está durmiendo.
Es importante recordar que el estudio no sugiere que alguien puede
aprender información nueva mientras duerme, dijo Reber. Pero este proceso puede
ser útil para ayudar al cerebro a “hacer un mejor trabajo al recordar cosas que
son realmente importantes”, dijo.
Aunque los investigadores no han desarrollado ninguna herramienta
para ayudar a la memoria basándose en sus resultados, Reber dijo que tiene
algunas posibles aplicaciones para esa información, incluyendo recomendar a los
estudiantes de algún idioma nuevo que escuchen grabaciones de anotaciones sobre
los contenidos aprendidos mientras duermen.