La
muerte de un futbolista da lugar a investigaciones en Italia
Morosini, quien estaba en préstamo del Udinese de la Serie A, colapsó a los 31 minutos de juego del encuentro del sábado y trató incorporarse varas veces, sin éxito, antes de recibir atención médica de urgencia en la cancha. Se utilizó un desfibrilador y se le dio masaje cardiaco antes de que llegara una ambulancia para llevarlo a un hospital, donde los médicos trataron sin éxito de revivirlo durante aproximadamente 90 minutos.
ROMA (Reuters)
- La muerte del jugador de la
segunda división italiana Piermario Morosini durante un partido
disputado el sábado dio lugar a una investigación sobre el retraso en la
llegada de la ambulancia y a peticiones de un mayor equipamiento médico en las
citas deportivos.
Después de la noticia de su muerte, la federación italiana de fútbol (FIGC) pospuso todos los encuentros profesionales del fin de semana.
Todavía no se dieron posibles fechas para que se disputen esos partidos de la Serie A, aunque se prevé que se jueguen en algún momento de los próximos meses.
La ambulancia se retrasó tres minutos en entrar al estadio del Pescara porque un vehículo de policía estaba estacionado en medio del pasillo de emergencia. Auxiliares del estadio se vieron obligados a romper una ventanilla del coche para poder retirar el vehículo.
El alcalde de Pescara, Luigi Albore, anunció una investigación interna para encontrar a los responsables y dijo que la misma concluiría el lunes.
Desde el sábado, la policía de Pescara fue retirada de las calles y reemplazada con unidades de la policía federal porque los oficiales temían ser objetivo de aficionados enfadados, indicó el comandante de la fuerza municipal, Carlo Maggitti.
La fiscal de Pescara Valentina D'Agostino también está investigando si el retraso de la atención médica puede haber costado la vida de Morosini. Los médicos que estuvieron en la escena sugirieron que esos tres minutos probablemente no hubieran modificado las trágicas consecuencias.
"Todo lo que podía hacerse, se hizo", aseguró en declaraciones a la agencia Ansa Ernesto Sabatini, uno de los médicos que atendió a Morosini.
"Yo fui uno de los primeros que entró al terreno de juego, y cuando lo cogí ya estaba rígido", añadió.
Los médicos dijeron que el corazón de Morosini se detuvo cuando estaba dentro del terreno de juego, pero una autopsia oficial que debería llevarse a cabo el lunes determinará la causa del fallecimiento.
Piero Gnudi, ministro de deporte y turismo de Italia, dijo el sábado a la televisión estatal que analizaría si debía estar disponible en todas las pruebas deportivas un equipamiento médico más sofisticado - incluyendo desfibriladores-.
El mes pasado, el ex subcampeón olímpico y ex jugador de vóley internacional Vigor Bovolenta, de 37 años, murió en la cancha en un partido de cuarta división, como consecuencia de un problema cardíaco similar al de Morosini.
Cientos de aficionados del Livorno visitaron el estadio el domingo y dejaron flores y bufandas del equipo bajo una bandera que decía: "Luchaste hasta el final, adiós Moro". Muchos de ellos dijeron que el Livorno retiraría el dorsal número 25.
La novia de Morosini llegó a Pescara el sábado para identificar el cuerpo por cuestiones legales.
Morosini sabía lo que era ser parte de una tragedia, ya que perdió a sus padres cuando era adolescente y también sufrió el suicidio de un hermano, según informaron periódicos locales.
Morosini también jugó en el Udinese, entre otros equipos, y fue internacional sub-21 con la selección italiana.
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